Francisco Rodríguez Adrados Premio Nacional de las Letras Españolas 2012
El helenista e indoeuropeista Francisco Rodriguez Adrados (Salamanca, 1922) ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2012 por el conjunto de su obra. Adrados ha sido catedrático de griego en Barcelona y en la Complutense y actualmente es académico de la lengua y presidente de honor de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, entre otras distinciones.
Entre sus enormes méritos y sin ánimo de ser exhaustivos, destacaríamos sus traducciones de los Líricos, Tucídides y Aristófanes y sus investigaciones en los campos de la lexicografía, la gramática histórica, la dialectología griega, la tragedia, la lírica y la fábula. Como articulista habitual del periódico conservador ABC, ha apuntado principalmente en dos direcciones: contra la pedagogía progresista y contra el nacionalismo en defensa de la unidad de España, que el entendía como una prolongación de la Hispania romana, con el paréntesis medieval en el que, sin embargo, Hispania pervivió como idea.
Lo paradójico del asunto es que el jurado, galardonando a quien más ha luchado en este país por la continuidad del griego y el latín en el bachillerato durante las últimas décadas, ha forzado a pasar por el trago de entregarle el premio a quien es, hoy por hoy, la Némesis del griego y de las Humanidades en nombre de la prosperidad económica, lo que parece una clara muestra de apoyo a la causa de las humanidades y un desaire para Wert.
Era inevitable que el sabio maestro reprendiera al ministro. “El griego y el latín son las vigas maestras del sistema educativo: si las quitamos, se vienen abajo todas las plantas del edificio; primero la educación secundaria y luego la universitaria, que se sustenta en ella.” “No perciben la importancia que tiene algo que aparentemente es poca cosa, por referirme de forma benévola a la tontería que han hecho sin comprender su trascendencia.” Daría la paga extra del verano por saber lo que pasaba por la cabeza al profesor en el momento de la entrega.
Al contemplar frente a frente a maestro y ministro, se me ocurre la reflexión de que la derecha española ha mutado y en su mutación ha perdido su identidad conservadora, se ha vuelto más cínica, superficial y frívola –sin complejos dicen-, y lo que es peor, infinitamente más codiciosa y venial –ya no le basta el cortijo e ir con peineta en la procesión-. O tempora, o mores!