Estratos de la religión griega

25.04.2014 19:26


La religión griega es producto del sincretismo de dioses de distinto origen y época y en ella podemos rastrear varios estratos que aquí expondremos de modo muy somero y aparentando una certidumbre que no es tal, en especial en lo que a los pueblos prehelénicos se refiere. 

Un sustrato corresponde a los dioses ctónicos, de las aguas y de la vegetación de los primeros pobladores neolíticos paleoindoeuropeos (y tal vez de otro origen étnico) venidos de Anatolia a partir del VIII milenio. La principal diosa ctónica es la Madre Tierra que recibía culto en cuevas y cimas de montañas como el santuario de Delfos, que le estuvo consagrado hasta la llegada de los dorios. Los minoicos la representarán como Señora de las Bestias o Señora de las Serpientes y será para ellos una diosa tanto de la fecundidad y la vida como de la destrucción telúrica. 

A este primer sustrato neolítico pertenecen también los dioses de las aguas dulces fecundadoras de los ríos y también las ninfas de las fuentes o Náyades, de las montañas u Oréades y de los árboles o Dríades. También divinidades de la fecundidad masculina del ganado como Pan, dios cabruno, y los sátiros, dioses mitad hombre, mitad carnero.

Entre los dioses de la vegetación y su eterno retorno están Deméter-Perséfone (pareja que corresponde al dualismo planta-semilla del cereal) y Zagreo-Yaco o Dioniso, el dios nacido dos veces, también llamado Baco. Cuenta un mito que Zeus y Perséfone engendraron a Zagreo, que éste fue devorado por los gigantes a excepción del corazón palpitante y que a partir del corazón comido por Zeus se reencarnó Yaco. Tal mito guarda similitudes con el de Osiris. Según el orfismo, de las cenizas de los gigantes que habían devorado a Dioniso los dioses moldearon a los hombres, lo que explica el dualismo cuerpo-alma del hombre y su tendencia hacia el bien y el mal. Según otro mito, Dioniso es hijo de Zeus y Semele, a la que Zeus fulminó por engaño de Hera cuando estaba embarazada de Dioniso, a quien Zeus se injertó en su muslo para que continuase su gestación. Tanto Demeter, diosa del cereal, como Dioniso, dios del vino, recibían cultos mistéricos, con rituales que buscaban la purificación y el éxtasis, muerte simbólica para renacer. En relación con su creencia en la reencarnación los paleoeuropeos enterraban a sus muertos en posición fetal. Los órficos eran una secta que preparaba a sus seguidores para el trance de la muerte y enterraban a los muertos con instrucciones en láminas de oro o plomo para evitar reencarnaciones sucesivas y poder acceder a la isla de los Bienaventurados.

A continuación se añadieron los dioses del aire y de la luz traídos por los invasores seminómadas ganaderos indoeuropeos. A este acerbo pertenecen la mayoría de los dioses olímpicos. De los textos micénicos se deduce que el panteón de los dioses principales de época micénica incluía a Zeus, Hera, Poseidón, Atenea, Hefesto, Hades, Hermes, Demeter, Dioniso, Ilitia, una diosa madre, y Enialio, dios de la guerra equivalente a Ares. Apolo, Artemis y Afrodita no aparecen.

Suponemos que el Apolo de Delfos fue traído por los dorios y que en época obscura se incorporaron Artemis y el Apolo de Delos desde Anatolia, y Afrodita desde Chipre, através de la ruta comercial que une el Egeo con Chipre, Tiro y Siria septentrional. Afrodita tiene su origen en la diosa del amor, la fecundidad y la guerra llamada Innana por los sumerios, Ishtar por los acadios y Astarté por los fenicios. También son de origen oriental los mitos teogónicos, que hablan del nacimiento de los dioses y que fueron recogidos por Hesiodo.

La mitología es el conjunto de relatos que da coherencia a este material religioso de origen heterogéneo. Homero es el que da al panteón su forma definitiva y el que atribuye a cada dios una filiación, un campo de acción y un puesto en la jerarquía encabezada por Zeus. Cada dios tiene un área de influencia, un animal y unos atributos que los distinguen. Así Zeus es el dios de la lluvia fecundadora y de la tormenta, su atributo es el rayo y su animal el águila. Poseidón el dios del mar, su animal es el caballo y su atributo es el tridente. Hades es el dios del infierno, su atributo el casco. Ares el dios de la guerra, su atributo la lanza y su animal el lobo. Atenea es la diosa de la inteligencia y del telar, su animal la lechuza, su atributo el casco, el escudo y la lanza. Afrodita es la diosa del amor, su atributo la concha, su animal la paloma. Dioniso es el dios del vino, su atributo la corona de hoja de parra, su animal la pantera. Hefesto es el dios cojo del fuego. Hermes es el dios de los caminos y de los cruces, su símbolo el caduceo y el pileo. Deméter es la diosa del cereal, su atributo la espiga. Hera es la diosa del matrimonio, su animal el pavo real. Apolo es el dios de la música y de los muchachos jóvenes y de la peste, su atributo el arco y la lira. Artemis es la diosa de la caza, de las doncellas y los partos, su atributo el arco y su animal el ciervo.

Los dioses tienen santuarios donde se realizan sacrificios (holocausto, hecatombe) u ofrendas para ganarse su favor y prevenir su cólera. Todas las ciudades tienen un santuario principal dedicado al dios tutelar o políade. En los festivales de los dioses se celebran en su honor competiciones literarias o deportivas a las que se creía que a los dioses les complacía asistir. Ciertos santuarios como el de Apolo en Delfos o Dídima y el de Zeus en Dodona son oraculares. Algunos santuarios eran panhelénicos y acudían a ellos gentes de todas las poleis. La religión constituía, junto a la lengua, el vínculo mayor entre griegos.

A menudo ciertos dioses griegos se han asimilado con sus equivalentes de otras culturas con las que los griegos entraron en contacto por motivo de la colonización. Así fue como Dioniso se asimiló con el dios traco-frigio Sabacio, Rea con la Cibeles frigia o el Apolo dorio de Delfos con el Apolo anatolio de Delos. Del mismo modo los dioses griegos se acabaron confundiendo con los etrusco-romanos.